Arbolillos o arbustos de hasta 15 m de altura, aunque rara
vez alcanza los 4 a 5, de porte ovoide y los jóvenes y ancho e irregular en los
adultos y follaje muy denso y compacto. Hojas escamosas, imbricadas, poco
aplanadas, obtusas y mucronadas, verde oscuras y dispuestas por pares opuestos
y en placas, aunque menos evidentes que el tuya occidental. Al estrujar las
ramitas desprenden un agradable aroma pero no tan pronunciado y de piña como en
la tuya occidental. Florecen a mediados de mayo o incluso en febrero en la zona
mediterránea, las flores masculinas agrupadas en diminutas piñas de 4 x 2 mm
situadas en los extremos de algunos ramitas y formadas por 4 a 12 escamas
redondeadas, marrones y con dos a cuatro sacos polínicos. Las femeninas
aparecen en grupos densos sobre brotes laterales, ovoideas, erguidas, de 10 a
12 mm de largo, con sólo 3 a 5 escamas planas y con un espolón en el centro que
en la madurez se extienden y se abren en estrella.
Las hojas son gruesas, escamosas, imbricadas, aplanadas,
obtusas y mucronadas, verde oscuras y dispuestas por pares opuestos.
La superficie de las hojas está formada por células
epidérmicas de paredes muy gruesas por lo que resultan muy impermeables y
duras.
Para facilitar el intercambio de agua y gases dispone de
estomas que aparecen como verdaderos agujeros negros entre las células
epidérmicas.
El interior está relleno de parénquima clorofílico formado
por células gruesas, de paredes muy finas y con numerosos cloroplastos que son
los que dan color a la hoja y realizan la fotosíntesis.
Las flores masculinas se desarrollan en el extremo de algunas
ramitas agrupadas en diminutas piñas.
Las piñas o más bien las inflorescencias masculinas están
formadas por 4 a 12 escamas redondeadas, marrones que protegen dos a cuatro
sacos polínicos globosos y amarillentos.
Escama de una flor masculina.
Las escamas están constituidas por células epidérmicas de
paredes muy gruesas para dar consistencia y con numerosos gránulos marrones que
le dan el color.
Uno de los dos sacos polínicos que soporta una escama flora y
en cuyo interior se forman los granos de polen.
Estos sacos polínicos aparentemente muy delicados están
constituidos por una fina capa de células con paredes celulares fuertemente
reforzadas.
Para mantener una estructura curvada y consistente las
paredes celulares presentan unos refuerzos a modo de columnas.
Vista lateral y frontal de los refuerzos que presentan las
células de constituyen los sacos polínicos.
En su interior se forman numerosos granos de polen esféricos.
Los granos de polen presentan un contenido granuloso y una
delicada pared que se rompe con facilidad y sale el citoplasma interior lo que
le da un aspecto de “huevo frito”.
Dos granos de polen germinados al contacto con el agua de la
preparación.
Las flores femeninas aparecen en grupos densos sobre brotes
laterales en las mismas plantas que las masculinas pero en mucho menos número,
son ovoideas, erguidas y de mayor tamaño.
Las flores femeninas aparecen agrupadas en inflorescencias formadas
por varias gruesas escamas planas y con un espolón en el centro que en la
madurez se extienden y se abren en estrella, cada una de ella representa una
flor femenina con los ovarios en la base
abiertos como un diminuto volcán.
Las escamas femeninas presenta la misma estructura que las
masculinas, pero mucho más gruesas, con varias capas de células de paredes
menos gruesas.
Una vez fecundados las escamas se engruesas y se constituyen
en verdaderas piñas que se abren en la madurez y dejan salir los óvulos ya
convertidos en semillas.