miércoles, 14 de febrero de 2018

Thuja orientalis L. (tuya oriental)

Arbolillos o arbustos de hasta 15 m de altura, aunque rara vez alcanza los 4 a 5, de porte ovoide y los jóvenes y ancho e irregular en los adultos y follaje muy denso y compacto. Hojas escamosas, imbricadas, poco aplanadas, obtusas y mucronadas, verde oscuras y dispuestas por pares opuestos y en placas, aunque menos evidentes que el tuya occidental. Al estrujar las ramitas desprenden un agradable aroma pero no tan pronunciado y de piña como en la tuya occidental. Florecen a mediados de mayo o incluso en febrero en la zona mediterránea, las flores masculinas agrupadas en diminutas piñas de 4 x 2 mm situadas en los extremos de algunos ramitas y formadas por 4 a 12 escamas redondeadas, marrones y con dos a cuatro sacos polínicos. Las femeninas aparecen en grupos densos sobre brotes laterales, ovoideas, erguidas, de 10 a 12 mm de largo, con sólo 3 a 5 escamas planas y con un espolón en el centro que en la madurez se extienden y se abren en estrella.
Las hojas son gruesas, escamosas, imbricadas, aplanadas, obtusas y mucronadas, verde oscuras y dispuestas por pares opuestos.
La superficie de las hojas está formada por células epidérmicas de paredes muy gruesas por lo que resultan muy impermeables y duras.
Para facilitar el intercambio de agua y gases dispone de estomas que aparecen como verdaderos agujeros negros entre las células epidérmicas.
El interior está relleno de parénquima clorofílico formado por células gruesas, de paredes muy finas y con numerosos cloroplastos que son los que dan color a la hoja y realizan la fotosíntesis.
Las flores masculinas se desarrollan en el extremo de algunas ramitas agrupadas en diminutas piñas.
Las piñas o más bien las inflorescencias masculinas están formadas por 4 a 12 escamas redondeadas, marrones que protegen dos a cuatro sacos polínicos globosos y amarillentos.
Escama de una flor masculina.
Las escamas están constituidas por células epidérmicas de paredes muy gruesas para dar consistencia y con numerosos gránulos marrones que le dan el color.
Uno de los dos sacos polínicos que soporta una escama flora y en cuyo interior se forman los granos de polen.
Estos sacos polínicos aparentemente muy delicados están constituidos por una fina capa de células con paredes celulares fuertemente reforzadas.
Para mantener una estructura curvada y consistente las paredes celulares presentan unos refuerzos a modo de columnas.

Vista lateral y frontal de los refuerzos que presentan las células de constituyen los sacos polínicos.
En su interior se forman numerosos granos de polen esféricos.
Los granos de polen presentan un contenido granuloso y una delicada pared que se rompe con facilidad y sale el citoplasma interior lo que le da un aspecto de “huevo frito”.
Dos granos de polen germinados al contacto con el agua de la preparación.
Las flores femeninas aparecen en grupos densos sobre brotes laterales en las mismas plantas que las masculinas pero en mucho menos número, son ovoideas, erguidas y de mayor tamaño.
Las flores femeninas aparecen agrupadas en inflorescencias formadas por varias gruesas escamas planas y con un espolón en el centro que en la madurez se extienden y se abren en estrella, cada una de ella representa una flor femenina con los ovarios en  la base abiertos como un diminuto volcán.

Las escamas femeninas presenta la misma estructura que las masculinas, pero mucho más gruesas, con varias capas de células de paredes menos gruesas.


Una vez fecundados las escamas se engruesas y se constituyen en verdaderas piñas que se abren en la madurez y dejan salir los óvulos ya convertidos en semillas.