miércoles, 14 de febrero de 2018

Lygeum spartum L. (albardín)


Hierba típica de las comunidades esteparias muy secas e incluso salinizadas de la región mediterránea, frecuentadas por el ganado. Presenta un tallo rastrero, subterráneo o semisubterráneo, muy fuerte y bastante lignificado, totalmente recubierto de hojas escamosas que le protegen de la desecación y de las agresiones ambientales y de los cuales salen los tallos áereos.
Tallos aéreos, herbáceos que pueden alcanzar los 70 cm de altura, muy duros y resistentes a la desecación, ásperos e incluso cortantes al cogerlos y muy resistentes a la depredación de las ovejas.
En una sección transversal se aprecia la estructura típica de un tallo herbáceo, numerosos haces de vasos conductores leñosos y liberianos entre una masa de tejido parenquimático clorofílico y que da el color verde al tallo y todo ello rodeado por un tejido epidérmico de células alargadas de paredes muy fuertes y traslúcidas.
Conjunto de haces de vasos conductores entre el tejido de relleno o parénquima que forma la mayor parte del tallo.
La superficie de los tallos a simple vista se ve estriada y con más detalle vemos que efectivamente está constituido por unas zonas que contienen estomas y células con clorofila que alternan con otras que carecen de estomas y de células con cloroplastos.
Con más detalle vemos que todas las células epidérmicas que recubren el tallo son alargadas longitudinalmente y con unas gruesas paredes celulares recurvadas lo que le dan una gran consistencia.

En vista lateral destacan que estas paredes no son lisas sino que son muy rugosas, casi se podrían decir temiblemente dentadas lo que les da esa aspereza, les protege de los depredadores y ayuda a retener humedad ambiental.


En las líneas más deprimidas del tallo presentan estomas cuyas células contienen cloroplastos y a través de los cuales se realiza el intercambio de gases y agua.