La cresta de gallo es una llamativa hierba de prados húmedos con
hojas lanceoladas de bordes muy dentados y limbo provisto de pelos por ambas
caras. Los tallos poco ramificados producen en la extremidad un racimo de
flores amarillas dispuestas alrededor del tallo y cada una en la axila de una
hoja.
En una sección transversal de una hoja se ve la presencia
abundante de pelos por ambas caras.
Una pequeña muestra de la piel superior o epidermis del haz
de la hoja permite ver las células epidérmicas de contorno poliédrico en el
centro y más sinuosas, tipo puzle hacia los bordes que con ello resultan más
consistente y de la que salen numerosos pelos al menos de dos tipos.
La mayor parte de la superficie de la hoja, tanto en el haz
como en el envés, presenta pelos muy cortos, unicelulares y de paredes muy
gruesas cuya principal función sería retener humedad ambiental.
Sin embargo hacia los bordes las células son más poliédricas
y los pelos son mucho más largos y pluricelulares, con funciones más
defensivas.
De manera dispersa también aparecen un tercer tipo de pelos
largos y pluricelulares, pero de tipo glandular que segregan sustancia por la
cabeza superior lo que le da ese especial aroma a la planta y cuya función
sería la de atraer los insectos.
Detalle de los pelos simples y glandulares y células de
contorno sinuoso del interior del limbo.
Las flores son muy llamativas, salen de las axilas de las
hojas superiores, presenta un cáliz soldado y vejigoso, verde claro, de cuyo
interior sale una corola amarilla bilabiada en cuyo interior se encuentran los
estambres y el pistilo y que recuerda unos pollitos.
Una porción del pétalo de la parte superior del casco permite
ver las células con gran cantidad de pigmento amarillo recorrida por varios
haces de vasos conductores.
Con más detalle vemos las células de contorno sinuoso,
epidérmicas, que forman el pétalo y los vasos leñosos que la recorren llevando
nutrientes.
Hacia los bordes presenta gran cantidad de pelos glandulares,
similares a los de las hojas, pero más cortos y abundantes cuya misión sería
atrae los insectos.
Pelos glandulares y un grano de polen.
Detalle de la extremidad de uno de los pelos glandulares,
pluricelular y con células provistas de cloroplastos.
En el centro de la flor se localiza el pistilo u órgano
femenino que termina en una cabeza, el estigma donde los insectos dejan los
granos de polen.
La superficie del estigma está formada por células salientes
en las que se agarran los granos de polen.
Granos de polen subtriangulares.
Las anteras son muy grandes y clásicas a excepción de los
pelos que presentan en uno de los extremos, muy blancos y sinuosos.
Un detalle de estos pelos de la antera muestran una
morfología curiosa y particular.
Detalle de los pelos de la antera aplanados y con superficie
muy rugosa y cuya misión posiblemente sería facilitar el movimiento de la
antera por el viento para la dispersión del polen.