jueves, 18 de mayo de 2017

Cruciata laevipes Opiz. (cuajaleches)


El cuajaleche o apegaloso es una hierba de bordes de cultivo o bordes de camino que se caracteriza porque se engancha en la ropa y especialmente en el pelo de los animales. Presenta unos tallos pelosos con hojas ovales dispuestas en grupos de cuatro, también pelosas y de cuyas axilas salen pequeños racimos de flores amarillas.
Los tallos se enganchan a la ropa debido a la presencia de unos pelos bastante rígidos que salen del tejido epidérmico que los recubre.
Estos pelos son pluricelulares, con gruesas paredes y con células muertas y huecas lo que los hace muy rígidos y permiten que se enganchen el pelo y sean trasladadas por los animales.
Estos pelos proceden del tejido epidérmico y sus paredes muy gruesas son finamente rugosas.
En las hojas presenta también unos pelos similares, aunque aquí la mayor parte son unicelulares, también huecos y algo recurvados con lo que se enganchan con más facilidad.
Detalle de la base bulbosa de los pelos de las hojas.
El tejido epidérmico de las hojas, como en la mayor parte de las plantas está formado por células de contorno sinuoso, tipo puzle, y en las del envés con numerosos estomas.
Detalle de los estomas y células de la epidermis del envés de la hoja por donde se realiza el intercambio de gases.
Además de algunas células epidérmicas transformadas en pelos rígidos también encontramos otras células muy grandes de aspecto granuloso, son células glandulares.
Estas células grandulares almacenan gran cantidad de gotas de sustancias de excreción de la planta  que son las responsables de algunas de sus propiedades como la de cuajar la leche de donde le viene el nombre de “cuajaleches”.
Las flores son muy pequeñas y están formada por una corola constituida por cuatro pétalos amarillos en cruz en cuyo interior no es fácil observar los cuatro estambres y el pistilo.
Sin embargo con ayuda del microscopio podemos ver los cuatro pétalos ovales recorridos por vasos conductores que transportan nutrientes y los cuatro estambres.
Los cuatro estambres están sujetos en la base de la corola por un fino filamento.
En la parte superior del filamento se encuentra la antera con dos cavidades o tecas en cuyo interior se forman los granos de polen.
En las extremidades de casi todos los pétalos también observamos, como en las hojas, bolsas glandulares en pequeñas agrupaciones.
Detalle de las bolsas glandulares de los extremos de los pétalos con numerosas gotitas de sustancias de excreción.
Por su parte los pétalos están formados por células con gran cantidad de pigmento amarillo que les da color y con superficie fuertemente rugosa para tener más consistencia.

Vista frontal de las rugosidades longitudinales de las células superficiales de los pétalos que forman como unas costillas o refuerzos del pétalo.