Mata aromática de menos de 30 cm de altura con tallo leñoso
muy ramificado y hojas perennes pequeñas, estrechas, con los bordes vueltos
hacia abajo y de color blanquecino debido a numerosos pelos blancos. Las flores
se agrupan en cabezuelas globulosas que nacen en la axila de las últimas hojas,
son muy pequeñas, provistas de un cáliz bilabiado de color rojo una corola rosa
o blanca, también bilabiada y con el labio superior plano y escotado, y el
inferior dividido en tres lóbulos y en su interior cuatro estambres y un
carpelo central. Florece en primavera, desde primeros de abril.
La flor se compone de un cáliz soldado con cinco lóbulos
pelosos entre los cuales sale una corola
rosa o blanca, soldada y bilabiada con un labio superior que acoge a los cuatro
estambres y un pistilo central y un labio inferior dividido en tres lóbulos.
El órgano femenino o pistilo se prolonga en un estilo que
termina bifurcado en dos estigmas que acogen al polen masculino.
Los estigmas presentan unas células superficiales abombadas
para recoger los granos de polen, en su interior los vasos conductores
trasladan nutrientes.
Detalle de las células superficiales del estigma donde se
apoyan los granos de polen.
Porción de uno de los lóbulos de la corola donde se aprecian
los pelos que salen en su parte interna y que tienen relación con los insectos
que se introducen dentro de la flor.
Células externas de los pétalos, de tipo epidérmico y con
paredes gruesas y con pliegues para darle rigidez y que circule el agua.
Pelos del interior de la corola.
Los pelos aparentemente lisos, en realidad son pluricelulares
y dotados de unas paredes gruesas y recubiertas de granulaciones y por tanto de
una gran consistencia.
Presentan una base ensanchada que surge del tejido epidérmico
que recubre los pétalos.
Los bordes y extremos de los sépalos contienen abundante
pigmento púrpura que da color a los extremos o puntas de los sépalos,
posiblemente con efecto disuasorio para los animales y con la misma finalidad
presentan en los bordes gran cantidad de rígidos formados por 1 a 4 células,
como articuladas.
Células epidérmicas del borde de los sépalos, de paredes muy
gruesas y huecas.
Realmente son elementos disuasorios par muchos insectos u
otros animales mientras la flor está en capullo y cubierta por los sépalos.
Detalla de la parte baja de uno de los pelos con las células
epidérmicas cargadas de pigmento intracelular púrpura.
Hojas perennes pequeñas, estrechas, con los bordes revueltos
hacia abajo, blanquecinas por debajo y verde claras por encima.
Sección transversal de una hoja donde llama la atención los
numerosos pelos oscuros por retención de aire que recubren el envés.
El interior de la hoja, como es normal, está relleno de
parénquima clorofílico, la mayor parte de tipo empalizada, formado por células
alargadas, apretadas y sin huecos y con numerosos cloroplastos en su interior.
Los bordes y la superficie superior o haz de la hoja están
recubiertos de un tejido epidérmico transparente con células prolongadas en
dientes que dan aspereza y resistencia a la hoja.
Detalle de las células de la epidermis del haz, con paredes
muy gruesas y rugosas .
Sin embargo la superficie del envés está completamente
recubierta de pelos similares, pero más largos y articulados, huecos y que se
observan oscuros por su contenido en aire.
Los pelos vistos frontalmente parecen articulados y con la
célula terminal recurvada para retener el máximo posible de humedad ambiental.
Forman una densa capa que no deja ver el tejido epidérmico
inferior y que a simple vista se ve blanquecino y afelpado.
Estos pelos están formados por dos o tres células de paredes
muy gruesas y rugosas y congran capacidad de retención de agua.
Estos pelos articulados parecen los huesos de las
extremidades de algunos animales o incluso de algunos Artrópodos.
Los pelos se disponen de manera que forman una auténtica
cámara en el envés de la hoja donde retienen la humedad ambiental.
Entre la masa de pelos también nos aparecen unas masas
redondeadas y parduscas que son afloraciones de resina que solidifica al
contacto con el agua de la preparación.
Esta resina es la responsable del abundante aroma que
desprende la planta y que le ayuda a sobrevivir en ambientes muy secos.
Se trata de una sustancia viscosa que al aflorar cristaliza
en forma de rosa como lo hacen algunas lavas volcánicas de gran viscosidad.