viernes, 7 de abril de 2017

Malva silvestris L. (Malva)

Hierba bisanual o perenne de 30 a 50 cm. de altura cubierta de pelos y característica por sus grandes flores que constan de calículo, cáliz formado por  sépalos unidos y con lóbulos triangulares, una corola con 5 pétalo soldados en su base, de color violáceo con venas y escotados en el ápice y estambres unidos en un tubo que recubre el ovario. Hojas palmeadas con 5 lóbulos y borde con dientes redondeados. Fruto de forma orbicular compuesto de varios carpelos dispuestos como los gajos de una naranja, los conocidos “quesitos”.
Flores constituidas por un cáliz formado por  sépalos unidos en la base y con lóbulos triangulares, una corola con 5 pétalo soldados en su base y extendidos en grandes hojas violáceas y con venas y escotados en el ápice y un gran número de estambres unidos en un tubo que recubre el ovario.
Porción de pétalo recorrido por diversos haces de vasos conductores.
Estructura del pétalo, tejido de tipo epidérmicos con células de contornos sinuoso, tipo puzle, que dan más consistencia al pétalo y con abundante pigmento intracelular rosa que da color al pétalo.
Detalle de las células epiteliales de los pétalos.
Vasos conductores que trasladan nutrientes entre las células del pétalo.
Extremo del sépalo con los bordes rosados y recubiertos de largos pelos.
Detalle del tejido epidérmico que bordea el sépalo con los pelos del borde.
Pelos de la superficie del sépalo, unicelulares y con gruesas paredes.
El órgano femenino termina en un filamento o estilo envuelto por los estambres, violáceo y terminado en un estigma poco ensanchado pero dotado en su lado superior por una capa de pelos para atrapar el polen.
Extremidad del estigma en forma de brocha para atrapar el polen.
Detalle de los pelos unicelulares que tapizan el estigma para atrapar los granos de polen procedentes de los estambres que lo rodean.
Los estambres terminan en las anteras formadas a su vez por dos cavidades, las tecas, en cuyo interior se forma el polen.
Las paredes de las anteras están constituidas por células con gruesas paredes y en los bordes salientes a modo de dedos.
Los bordes de las anteras presentan salientes a modo de dedos para que el viento mueva las anteras y lance el polen.
Las células que conforman las paredes de las anteras presentan gruesos refuerzos para dar consistencia a la antera y mantener su forma curvada.

Granos de polen, esféricos y recubiertos de pequeñas espinas que facilitan su dispersión por el viento y sobre todo su anclaje en el órgano femenino.
Hojas blandas, muy suavemente pelosas, palmeadas con 5 lóbulos y borde con dientes redondeados.
La hoja presenta una estructura típica, un nervio central formado por vasos conductores liberianos y leñosos, y el resto de la hoja parénquima clorofílico, verdadera fábrica de la planta, protegido por dos capas en el haz y en el envés de tejido epidérmico transparente.
En la parte superior el parénquima es de tipo en empalizada formado por células alargadas y estrechamente empaquetadas para absorber el máximo de luz, mientras que en la parte inferior, el envés, las células son más irregulares y dejan espacios intercelulares.
Células del parénquima clorofílico en empalizada en haz de las hojas.
Vista frontal del parénquima lagunar del envés de la hoja.
Células del parénquima lagunar, irregulares y con disposición muy abierta y con espacios intercelulares por donde circulan los gases.
Vista lateral del parénquima lagunar a la izquierda y en empalizada a la derecha.
Entre los dos tipos de parénquima discurren vasos conductores, los leñosos reforzados con lignina en espiral y los liberianos alrededor de paredes gruesas pero sin refuerzo espiral. De manera dispersa entre el parénquima gránulos minerales de reserva.
Conjunto de vasos conductores y gránulos minerales rotos al hacer la preparación microscópica.
De los tejidos epidérmicos, tanto del haz como del envés, salen pelos unicelulares punzantes y de gruesas paredes.
Vista general de una porción de tejido epidérmico con pelos dispersos y algunos restos de células de parénquima verdes.
El tejido epidérmico está formado por células desprovistas de cloroplastos, de paredes gruesas y de contorno sinuoso para tener más consistencia.
Los pelos proceden de células epidérmicas y presentan una base bulbosa.

Detalle de la base de un pelo entre las células epidérmicas un poco diferenciadas del resto por su forma no sinuosa.