Arbusto típico de matorrales mediterráneos muy secos, en
forma de almohadilla, muy ramificado, de hasta medio metro de altura. Presenta la
mayor parte de las hojas en una roseta basal y otras dispersas sobre las ramas
erectas. Muy tempranamente, en invierno, produce las flores en cabezuelas semiesférica
de hasta 2 cm de diámetro, sobre tallos erectos hojosos. Flores azules y
aromáticas protegida por unas escamillas ciliadas en los bordes.
Cada una de las pequeñas flores que forman la cabezuela está
formada por un cáliz con 5 divisiones finas y ciliadas de donde salen la corola
soldada y con 3 lóbulos estrechos como filamentos , 4 estambres, dos más largos
que los otros dos y un estilo central poco diferenciado de los pétalos.
Una de las dos cavidades o tecas que forman la antera del
estambre.
En su interior se forman los granos de polen.
El polen es esférico o globuloso con paredes granulosas.
Las paredes de la antera son diferentes por su parte interna
y por la parte externa. La parte más externa está formada por células con
paredes gruesas y con refuerzos transversales.
Sin embargo las paredes internas está formadas por células de
paredes gruesas, pero sin refuerzos transversales, un poco abombadas y como las
escamas de los peces.
Como las células epiteliales presentan contorno sinuoso.
Las células más externas presentan en sus paredes unos
gruesos contrafuertes curvos para mantener la pared de la antera curvada y
resistente al viento y al agua, algo que recuerda los contrafuertes de las
iglesias románicas.
Extremo de un sépalo bordeado de largos pelos pluricelulares
e incoloros que salen de células epiteliales pigmentadas de violáceo.
Pétalos muy estrechos, con células pigmentadas y recorridas
longitudinalmente por un haz de vasos conductores por donde llegan los
nutrientes.
Extremo del pétalo redondeado y con células imbricadas en
forma de escamas de pez para que resbale mejor el agua y el viento.
Detalle de las células del borde del pétalo, una auténtica
piel de pez.
Estilo y estigma del órgano femenino muy poco diferenciados
de los pétalos de donde proceden, una lámina alargadas con células alargadas
pigmentadas de violáceo que en la extremidad se hacen más cortas, ensanchadas y
en rosario, moniliformes, para retener los granos de polen.
Hojas basales oblongas y apuntadas, muy cortamente
pecioladas, duras, coriáceas y persistentes, de bordes enteros.
Sección transversal de la parte central del limbo con el
nervio que recorre la célula y el resto parénquima clorofílico muy compacto,
con muy poca diferencia entre el haz y el envés.
Detalle de una sección de la hoja, a la izquierda el tejido
epitelial del haz, debajo el tejido parénquima en empalizada formado por
células alargadas y muy empaquetadas y debajo, hacia el envés, el parénquima en
lagunar con células menos alargadas y menos compactadas, dejando huecos por
donde pasan los gases y nutrientes que entran por los estomas de la epidermis
del envés.
Detalle de las células del parénquima en empalizada,
alargadas y con numerosos cloroplastos adheridas a las paredes para captar la
máxima cantidad de luz.
Detalle del parénquima lagunar de envés con huecos para dejar
pasar la los gases y menos cloroplastos que las células del parénquima en
empalizada.
Células de parénquima con sus cloroplastos.
Las hojas están protegidas por ambas caras por tejido
epidérmico formado por células de paredes muy gruesas para impermeabilizarlas y
generalmente de contorno sinuoso como un puzle que le da más consistencia. Las
del envés con mayor número de aberturas o estomas por donde pasan los gases.
Detalle de un estoma formado por dos células oclusivas que
permiten abrir o cerrar la abertura entre las células de la epidermis con
paredes muy gruesas.