Hierba anual de 20-40 cm. de
altura con el tallo anguloso y muy ramificado ya desde la base. Hojas carnosas
sin pecíolo, de contorno lanceolado y con la lámina dividida en varios lóbulos
angulares dentados. Pueden estar o no recubiertas de un tomento como una tela
de araña. Capítulos cilíndricos, pequeños y dispuestos en ramilletes al final
de los tallos. Tienen el involucro formado por una sola fila de brácteas y una
fila de bracteolas negras en su base, y las flores son todas tubulares de color
amarillo. Cuando madura el fruto la cabezuela se abre y se forma una esfera con
los vilanos. Florece durante todo el año.
Las flores son en realidad conjunto de flores, es decir
capítulos, formados por un buen número de diminutas flores tubulares de las que
asoman los estigmas femeninos amarillos y recurvados en la extremidad y
protegidas todas por una envuelta de brácteas con la extremidad oscura.
Las flores femeninas presentan una corola tubular que se
abre en la extremidad en cinco lóbulos triangulares y del centro surge el
estilo ramificado en dos y terminado en un pequeño penacho que es el estigma.
En las flores maduras este estilo ramificado en la
extremidad sobresale del conjunto de la corola y se aprecia a simple vista en
las flores maduras.
Por debajo el resto de la corola formada por una simple capa
de células alargadas y cargadas de cloroplastos con pigmento amarillo y que se
estrecha en la parte baja.
Parte baja de la flor con células poco pigmentadas y por el
centro va el estilo que conducirá el tubo polínico hasta el ovario en la parte
baja de la flor.
La extremidad del pistilo es el estigma formado por un
conjunto de células salientes para retener los granos de polen que arrastra el
viento.
Detalle de las células terminales del estigma con
cloroplastos amarillos en su interior.
Las paredes internas del estilo están tapizadas por unas
curiosas células que contienen salientes entre los cuales se enganchan los
granos de polen.
En la extremidad estas células se transforman en células más
salientes vistas anteriormente sobre las que se golpea el polen y luego queda
retenido.
Los pétalos que constituyen la corola están formados por una
capa de células poligonales con abundantes cloroplastos con pigmento amarillo
en su interior y que hacia la extremidad se van haciendo más anchas e isodiamétricas
para terminar en la extremidad en un conjunto de células claviformes,
piriformes o esféricas que enrollan la extremidad del pétalo.
Células de la extremidad de pétalo que provocan el
enrollamiento de la punta y favorecen con ello el cierre de la flora y la
fecundación.
Estas células presentan unas gruesas paredes y cloroplastos
en su interior.
Sus paredes externas, como en otras células epiteliales,
presentan numerosos engrosamientos en forma de surcos que refuerzan el pétalo.
En los mismos capítulos desarrollan otras flores
externamente similares, pero que contienen en su interior estambres, son las
flores masculinas. En esta porción de flor vemos tres estambres.
Los estambres se componen de un filamento o base más
estrecho y un ensanchamiento en lo alto, la antera, dividida en dos
compartimentos o tecas en cuyo interior se forma el polen.
Detalle de la antera con las dos tecas.
Las paredes de la antera están formada por células
alargadas, poligonales y con numerosos cloroplastos, la mayor parte adheridas a
la parte interna de las paredes.
En su interior se forma el polen , esférico, con paredes
recubiertos de gruesos aguijones cónicos que facilitarían su enganche en los
salientes del estigma de las flores femeninas y tres cámaras de aire que facilitan
su flotación y el desplazamiento por el viento.
Detalle de una de las cámaras de aire del grano de polen.
El filamento o pie del estambre presenta a su vez dos partes
bien diferenciadas en su estructura y función, una parte más estrecha formada
por células muy alargadas y muy apretadas y por tanto muy consistentes que
forman el núcleo del filamento y que su principal función sería la de
sostenimiento y atraviesan el estambre completo incluyendo el centro de la
antera y justo debajo de la antera una zona más ensanchada con células más
gruesas y cuadrangulares cuya función sería facilitar el movimiento de la
antera y el lanzamiento del polen.
Un detalle de la parte interna del filamento muestra las
células muy estrechas y alargadas y en el centro un vaso conductor leñoso con
el refuerzo de lignina de forma espiralada por donde circulan los nutrientes.
En la parte baja de las flores desarrollan un conjunto de
pelos blancos, duros y brillantes, el vilano, que en la madurez coronan el
fruto en lo que se convierte el ovario y facilitan la dispersión de éstos por
el viento.
Estos pelos del vilano que aparentemente son lisos, sin
embargo no lo son sino que están provistos de numerosos dientes puntiagudos.
Con detalle vemos que estos pelos son en realidad células
muy alargadas, muertas y huecas, como vemos aquí llenas de aire, y cuyas
extremidades divergen en forma de espinas puntiagudas.
Estas estructuras huecas facilitarían la flotación y las
espinas la navegación y su posterior enganche para depositar las semillas que
arrastran.
Tallo de la planta herbáceo y anguloso, verde y hojas
carnosas sin pecíolo, de contorno lanceolado y con la lámina dividida en varios
lóbulos angulares dentados. Pueden estar o no recubiertas de un tomento como
una tela de araña.
En un cuadrante de una sección transversal del tallo podemos
ver su composición mayormente de células parenquimáticas, muy gruesas y
carentes de cloroplastos hacia el centro y más pequeñas y con cloroplastos bajo
la superficie que son las que dan color y realizan la fotosíntesis en el tallo.
Además agrupaciones de vasos conductores recorren el tallo a todo lo largo
llevando nutrientes bajo la superficie y que le dan consistencia a éste junto
con el tejido parenquimático interno.
En varios lugares hay un desarrollo mayor de los vasos
conductores que forman los salientes longitudinales de éste y que ayudan a la
rigidez y sostenibilidad.
Estas nerviaciones que recorren el tallo están formadas por
vasos leñosos hacia el interior del tallo, que se ven más oscuros y con
refuerzos de lignina, y vasos liberianos hacia el exterior, más gruesos y menos
lignificados, los primeros transportan sales minerales y agua de las raíces al
resto de la planta y los segundos sustancia elaborada desde las partes verdes
al resto de la planta.
La mayor parte del tallo está constituido por parénquima que
hacia el interior por falta de luz carecen de cloroplastos y hacen la función
de tejido de reserva y de sostenimiento de la planta.
Toda la superficie del tallo está envuelta en una fina capa
de células epidérmicas, incoloras que dejan pasar la luz al tejido verde
inmediatamente interno y protegen el tallo. En la foto, vemos la epidermis, el
parénquima clorofílico y a la derecha un conjunto de vasos conductores.
Las hojas presentan la estructura interna bastante general
de casi todos estos órganos, un especie
de sándwich formado por las dos epidermis superior e inferior que encierra todo
el parénquima clorofílico con los vasos conductores, los nervios de la hoja.
La parte inferior o envés de la hoja se dispone un
parénquima clorofílico con células irregulares que dejan espacios libres por
donde circulan gases que atraviesan por los estomas de la epidermis formada por
una capa de células transparentes, sin cloroplastos e impermeabilizadas, pero
con estomas.
Este parénquima se conoce como parénquima lagunar y sus
células de morfología muy irregular, dejando huecos entre ellas y presentan
numerosos cloroplastos dispuestos fundamentalmente en la parte interna de las paredes.
La epidermis está formada por células de una morfología muy
particular que recuerda las piezas de un puzle, fuertemente unidas entre sí e
impermeabilizadas y disponen de estomas formados por dos células en forma de
ojal que dejan una abertura entre ellas que se abre o cierra según se hinchen o
deshinchen.
En la parte superior de la hoja o haz por donde generalmente
viene más cantidad de luz las células del parénquima se disponen de forman más
ordenada y mejor empaquetadas para recibir mejor la luz, forman el parénquima en
empalizada, con las células más alargadas y provistas de muchos cloroplastos.
Por último por el centro y generalmente entre ambos tipos de
parénquimas discurren finas nervaduras que están formadas por pequeñas
agrupaciones de vasos conductores liberianos y leñosos, de los que los últimos
son los que mejor se reconocer por sus engrosamientos de lignina en forma de
espirales que no solo transportan nutrientes sino que también colaboran en
darle estructura al limbo de la hoja.