Hierba vivaz con hojas brillantes en la base y llamativas
flores amarilla y ceráceas al final de largos pedúnculos. Rizoma compuesto de
numerosas raíces engrosadas y agrupadas. Hojas de forma acorazonada, con bordes
ondulados y largo peciolo. Flores solitarias de color amarillo vivo, que
sobresalen mucho de las hojas. Tienen 3 sépalos verdosos y 6-12 pétalos
amarillos, numerosos estambres y carpelos agrupados en una cabeza globosa.
Florece de marzo a mayo, siendo fácil de conocer por ser de las primeras flores
que salen.
Sus flores de un amarillo muy llamativo son completas, con
un gran número de estambres rodeando a los carpelos que forman una cabeza
globosa casi oculta entre los estambres y todo envuelto en pétalos amarillo y
sépalos verdosos.
Una sección transversal de una antera de un estambre en
donde se reconocen dos cavidades o tecas unidas en el centro por el pedicelo por
donde circulan los vasos conductores (oscuros), después las dos tecas en su
parte baja formadas por células madres de polen gruesas y protegidas por un
tejido epidérmico con pigmentos amarillos y hacia los bordes un tejido más
oscuro.
Un detalle de los extremos de las anteras muestra por debajo
del tejido epidérmico otro tejido formado por células provistas de salientes o
espinas.
Al cambiar el enfoque apreciamos en su interior los granos
de polen.
El tejido epidérmico que protege la antera está formado por
células alargadas, con paredes surcadas para que resbale el agua y en su
interior clorosplastos con pigmento amarillo que da color a la antera.
En los extremos de la antera por debajo del tejido
epidérmico que aparece despegado en la parte superior de la foto aparece un
tejido formado por células con numerosas espinas.
Detalle del tejido que recubre la antera en los extremos con
fuertes espinas, posiblemente para facilitar el movimiento de la antera por el
viento y la dispersión del polen.
En vista transversal vemos las células externas espinosas y
debajo, a la izquierda los granos de polen en el interior.
Granos de polen que rellenan el interior de cada una de las
tecas de la antera.
Los granos de polen son esféricos, con unas paredes
débilmente verrugosas que se deforman con facilidad.
Vista del extremo de un carpelo con el estima a la derecha.
El estima está constituido por un conjunto de células
fusiformes o lanceoladas que actuarían de anclaje para los granos de polen.
La parte baja del estigma, las paredes del carpelo están
formada por tejido epidérmico, con células poligonales, provistas de algunos
estomas (a la derecha de la foto) y pelos fusiformes dispersos.
Los pétalos son en realidad hojas delgadas con la misma
estructura de estos pero con mucho menos tejido parenquimático, dos capas de
epidermis, la superior despegada en la preparación.
En su interior contienen abundante sustancia aceitosa
amarilla que da lustre y brillo a el haz de los pétalos y atrae a los insectos.
Presenta hojas acorazonadas, verdes, con bordes sinuosos,
bastante gruesas y de haz brillante y envés un poco más mate.
Como la mayor parte de las hojas la estructura de la hoja es
la típica, dos capas de tejido epidérmico en el haz y en el envés que se ven
blancas y entre medio un tejido parenquimático entre los que discurren los
vasos conductores o nervios (oscuros).
El tejido epidérmico del envés presenta estoma para el
intercambio de gases y por supuestos células desprovistas de clorofila,
incoloras y transparentes, de perfil sinuoso tipo puzle.
Por debajo de la epidermis del haz se dispone el parénquima
clorofílico en empalizada formado por células alargadas muy apretadas y con
numerosos cloroplastos.
Por debajo una gruesa capa de tejido de parénquima lagunar
formado por células más irregulares, con huecos por donde circulan los gases
que entran por los estomas y en general con menos cloroplastos.
Entre ambos se disponen los vasos conductores que
constituyen los nervios y por donde se trasladan nutrientes y sustancia
elaborada en estos tejidos, carecen de clorofila y siempre se observan oscuros
(vasos leñosos) o blancos (liberianos).