miércoles, 15 de marzo de 2017

Phragmites australis (Cav.)Trin.

Carrizo típico de charcas, lagunas, ribazos, riberas de río, etc. Presenta raíces numerosas y bastante gruesas, todas semejantes saliendo de unos tallos subterráneos negros, a menudo estrangulados formado como un rosario de bulbos. De estos tallos subterráneos o rizomas salen todos los años un conjunto de tallos aéreos e indivisos, de hasta 4 m. de altura, verdes, sin crecimiento secundario en grosor y por tanto de tipo herbáceo. De cada nudo del tallo sale una gran hoja, alargada, de 1 a 3 cm de anchura en su base y con una gran superficie de evaporación de agua. A finales del verano o principios del otoño se constituyen en la extremidad de los tallos una gran panícula de flores. Cada flor se compone de dos simples escamillas que encierran 3 estambres y un pistilo con 2 esterigmatos. Estas flores se agrupan en pequeñas espiguillas de unas 2 a 7 flores entre las que existen numerosos pelos blancos y muchas espiguillas componen toda la gran panícula terminal. 
Las flores fecundadas dan lugar a unos pequeños frutos secos, como pequeños granitos que se desprenden junto con las escamas y constituyen una especie de pelusa que flota en el agua impidiendo que se hunda la semilla hasta que es arrastrada a la orilla donde pueda germinar.
Vilano que rodea los frutos y les permite ser arrastrados por el viento y flotar en el agua.
Los pelos del vilano son estructuras unicelulares muy largas, de paredes gruesas y huecas y por tanto con gran capacidad de vuelo y flotación.
Pequeña bráctea que protege la parte baja de los frutos en la madurez.

Detalle de las terminaciones de las brácteas que protegen el fruto.
Las escamillas que protegen los frutos están constituidas por una simple capa de tejido epidérmico formado por células muy alargadas, de paredes muy gruesas y con numerosas invaginaciones.
Detalle de las células epidérmicas que forman las escamillas que protegen el fruto con paredes muy gruesas y sinuosas.
Las escamillas que envuelven el fruto presentan en los ángulos unos fuerte dientes que recuerdan los dientes de tiburón, proceden de las células epidérmicas más que constituyen las escamillas.