miércoles, 15 de marzo de 2017

Ilex aquifolium L.

Arbusto o árbol pequeño de 2-10 m de altura con hojas perennes, coriáceas y brillantes, con espinas en los bordes. Tienen forma oval, ondulada y con el borde con dientes espinosos. Flores muy olorosas, unisexuales, de 1 cm. de diámetro, color blanco y formando densos grupos axilares. Cáliz con 4-5 pequeños lóbulos, corola con 4-5 pétalos soldados en la base y 4-5 estambres soldados a la corola. Fruto redondo de color rojo en la madurez y con 4 semillas en su interior. Florece de mayo a junio y los frutos maduran en octubre.
Las hojas son perennes, muy duras y gruesas, verde oscuras y brillantes por el haz y algo menos por el envés y con los bordes dotados de grandes lóbulos terminados en duras espinas.
Una sección transversal de la hoja presenta la típica estructura de la mayoría de las hojas, dos capas de células transparentes, arriba y abajo, que son la epidermis del haz y la del envés respectivamente y en su interior el parénquima clorofílico atravesado por los vasos conductores que constituyen los nervios de la hoja.
La epidermis está constituida por una o dos capa de células de paredes muy gruesas, desprovistas de cloroplastos y más o menos cuadrangulares o rectangulares en perfil.
Sin embargo en vista frontal la epidermis parece un auténtico puzle con células dotadas de unas gruesas paredes lo que confiere protección al interior de la hoja y una forma sinuosa e irregular muy peculiar de este tipo de tejido.
Detalle de las células epidérmicas con gruesas paredes sinuosas y desprovistas de clorofila, completamente transparentes para dejar que la luz las atraviese y llegue al tejido parenquimático clorofílico inmediatamente inferior.
La epidermis del envés o parte inferior de la hojas a diferencia de la superior o del haz dispone de numerosas aberturas, los estomas, por donde se realiza el intercambio de gases.
Todo el interior de la hoja, a modo de sándwich, lo constituye un tejido muy verde por los numerosos cloroplastos que posee, el parénquima clorofílico, auténtica fabrica de la planta.
Las células superiores o del haz son más rectangulares y completamente empaquetadas, sin dejar huecos, el parénquima en empalizada.
Sin embargo las células más inferiores y más próximas al envés son más irregulares y dejan huecos por donde circulan los gases que entran por los estomas, es el parénquima lagunar.
En este detalle de la sección de la lámina vemos los principales tejidos que forman la hoja, arriba la epidermis incolora, después del parénquima clorofílico en empalizada, luego el parénquima clorofílico lagunar y a la izquierda de la foto, los vasos conductores que constituyen los nervios en la hoja formados por vasos liberianos, abajo y vasos leñosos, arriba.

En una vista lateral de un fino nervio reconocemos los vasos leñosos por donde circulan las sales minerales por sus refuerzos de lignina en forma de espiral, mientras que los vasos liberianos, a la derecha de la foto, solo se vislumbran como líneas paralelas.