jueves, 1 de junio de 2017

Myosotis sylvatica Hoffm (nomeolvides)

Hierba vivaz típica de bosques húmedos y especialmente de bordes de caminos, con hojas alargadas y lanceoladas y tallos que terminan en un racimo espiral de pequeñas flores azuladas.
Las flores presentan una peculiar corola formada por cinco pétalos azules y ovales dispuestos en un plano y soldados en el centro entre los cuales apenas se perciben las anteras de cinco estambres. En la parte baja del interior de la flor cinco carpelos rodean a un único estilo central.
 Los pétalos azulados y bastante rígidos presentan esta consistencia debido a que están formados por células muy cónicas y de paredes muy gruesas lo que da mucha consistencia a la estructura.

La superficie de los pétalos lejos de ser lisa y uniforme es en realidad una superficie punzante, muy consistente y repelente del agua.
En su interior los estambres van sujetos a la corola con un ancho filamento que termina en un ensanchamiento marrón que es la antera formada por dos cavidades o tecas.
Extremo de la antera con las dos tecas.
Las paredes de las anteras están formadas por células muy esclerificadas marrones en cuyo interior se forman y quedan muy protegidos los granos de polen.

Las cavidades de las anteras se mantienen rígidas debido a los refuerzos curvos que presentan sus células y que le dan una rigidez y curvatura especial como los contrafuertes de las bóvedas de las iglesias.
En su interior se forman gran cantidad de granos de polen en forma de cacahuete.
En el interior de la flor y protegido por el cáliz se encuentra el órgano femenino formado por cinco carpelos de cuyo centro sale una columna que es el estilo con su estigma donde se reciben los granos de polen.
Los carpelos son los ovarios o cavidades en cuyo interior se forman los óvulos femeninos que serán fecundados por el tubo polínico que procede del polen.
El extremo del estilo es un ensanchamiento especialmente diseñado para recibir los granos de polen, el estigma.
La superficie del estigma está formada por células especiales entre las cuales quedan atrapados los granos de polen.
Las hojas son muy alargadas, fusiformes o lanceoladas, lanceoladas, lampiñas y con los bordes pelosos si los observamos con lupa.
Extremo de una hoja aparentemente lampiña, sin embargo completamente recubierta y más especialmente hacia los bordes, de largos pelos puntiagudos.
Son pelos unicelulares de base bulbosa y articulada en la epidermis, huecos y con paredes gruesas.

Estos pelos son células muertas con paredes esclerificadas muy verrugosas y con gran capacidad de retención de agua.
La base es muy bulbosa y articulada entre otras células diferenciadas del resto de las células de la epidermis.
Vista frontal de la epidermis del envés formada por células muy bien articuladas con contornos sinuoso, numerosos estomas y por debajo se transparentan algunas células del parénquima clorofílico lagunas formando como un retículo verde.
Detalle de uno de los estomas de la epidermis con sus dos células oclusivas que son las únicas de la epidermis que contienen cloroplastos.

Detalle de las células del parénquima clorofílico lagunas con sus células irregulares y dispuestas de manera reticulada dejando huecos por donde circula el agua y los gases.