Planta perenne de 20 a 80 cm. de altura con olor desagradable. Tallo robusto y hojas algo coriáceas compuestas por 7 a 11 segmentos lanceolados con borde dentado que confluyen en un punto como las hojas de las palmas. Flores verdosas acampanadas que forman ramilletes terminales. Constan de 5 sépalos verdosos y con una franja rojiza en el borde, 5 a 10 nectarios muy pequeños tubulosos y poco visibles como cornetillas y estambres numerosos. Fruto con varios folículos más largos que anchos con un largo pico que iguala la mitad de su longitud. Florece de enero a abril e incluso antes según los años.
Presenta unas hojas palmeadas,
muy verdes y duras, cada foliolo pennado con un nervio principal central y
varios finos divergentes apenas visibles.
Una sección transversal de la parte central de la hoja donde apreciamos el nervio central, las dos epidermis superior e inferior formadas por células incoloras y transparentes y el interior o relleno, el parénquima clorofílico , formado por células verdes, en la parte superior, en empalizada con células alargadas y dispuestas muy apretadas para tomar el máximo de luz y debajo el parénquima lagunar, con menos compacto y con más espacios para dejar pasar al aire que pasa por la epidermis inferior.
Detalle del nervio central y la epidermis inferior.
Parénquima en empalizada y debajo el laguna, ambos tapizados arriba por la epidermis superior completamente incolora para dejar para dejar pasar la luz.
Vista lateral de uno de los estomas de la epidermis inferior por donde la planta hace el intercambio de gases y vapor de agua.
Vista frontal del estoma formado por dos células recurvadas con cloroplastos que dejan una abertura central, según se hinchen o deshinchen la abertura se cierra o se abre.
Detalle de las células parenquimáticas cargadas con numerosos cloroplastos con clorofila donde la planta hace la fotosíntesis. Encima la epidermis superior formada por células de paredes gruesas e impermeables, protectoras, pero absolutamente transparentes para dejar pasar la luz.
Vista frontal de la epidermis superior cuyas células están perfectamente encajadas formando un auténtico puzle que impermeabiliza y protege la células del parénquima más internas.
Detalle de célula epidérmica con paredes gruesas e impermeabilizadas lo que le da esa brillantez a la hoja.
Detalle de los nervios que atraviesas la hoja formados, en ellos destacan los vasos leñosos que trasladan nutrientes y cuyas paredes están reforzadas por lignina en forma espiral.
La flor es el órgano donde se encuentran los órganos reproductores, los estambres compuestos de un filamento y una antera con dos tecas y el pistilo formado por un abultamiento basal, el ovario, que se prolonga en un estilo y termina en un pequeño ensanchamiento que es el estigma.
Sección transversal del nervio principal de la antera por donde circulan los nutrientes, en la parte superior los vasos leñosos con refuerzos de lignina en espiral y abajo los liberianos.
Extremo del pistilo, con un ensanchamiento en el extremo, el estigma donde se depositan los granos de polen.
Las envueltas estériles externas de la flor, los tépalos, son verdosas y provistas de numerosos pelos glandulares por su cara externa.
Una pequeña porción de tépalo
donde se aprecia un fino nervio, tejido epitelial y debajo una fina capa de
tejido parenquimático con cloroplastos.
Sección transversal de un tépalo
donde se ve el tejido parenquimático verde con los vasos conductores de un nervio
y formando como una empanada entre los tejidos epidérmicos transparentes.
Porción de epidermis, a la
derecha de la foto, con células transparentes sin cloroplastos y con estomas
para el intercambio gaseoso y a la izquierda las células internas del parénquima
clorofílico.
El interior de los tépalos está
constituido de tejido parenquimático con células muy irregulares como piezas de
puzle que dejan huecos entre medio y con cloroplastos.
Detalle de un estoma de la epidermis entre las células epidérmicas de gruesas tabiques y con paredes fuertemente plisadas como las de la epidermis de las anteras.