Arbusto muy espinoso y ramificado, aparentemente sin hojas
visibles, de hasta 2 metros de alto, aunque ordinariamente forma matas de hasta
50 a 100 cm. Desde principios de primavera comienza su floración y se llenan de
flores amariposadas, (propias de las Leguminosas), amarillas que llegan a teñir completamente de
este color el arbusto. Las flores se componen de un estandarte, dos alas y una
quilla que encierran las partes fértiles, cinco estambres y un pistilo central.
Tras la fecundación dan lugar a unos frutos en legumbre de 2,5 a 3, 5 cm de
largo.
Las flores tienen una corola de tipo amariposada formada por
un estandarte ancho, dos alas y una quilla entre las cuales salen las partes
fértiles, cinco estambres y un pistilo central.
Los pétalos que constituyen la corola están formados por un
tejido epidérmico recorrido por vasos conductores que aportan nutrientes a las
células.
Detalle de los vasos leñosos que aportan sales minerales a
las células con su típico refuerzo en espiral.
Las células que forman los pétalos son abombadas y con
contenido amarillento
Son células de tipo epitelial con tabiques gruesos y paredes
celulares recorridos con pliegues por donde circula el agua.
Las anteras de los estambres presentan una forma más o menos
acorazonada con dos cavidades o tecas.
Las paredes que constituyen las anteras están constituidas
por células muy reforzadas para dar lugar a unas estructuras fuertes y
resistentes al viento.
Las células que constituyen las paredes de las anteras presentan
refuerzos circulares y paredes gruesas para dar consistencia a la antera.
En cuanto al órgano femenino, el pistilo, se prolonga en un
filamento o estilo que termina en una cabeza ensanchada, el estigma, que recoge
el polen.
El filamento del pistilo o estilo está constituido por
células alargadas por cuyo centro van los vasos conductores que trasladan los
nutrientes.
Las células del estilo son muy alargadas y de paredes muy
gruesas para darle consistencia.
Estigma del pistilo con numerosos granos de polen adheridos a
su extremidad.
Detalle de los granos de polen adheridos al estigma.
El tallo de la aulaga es muy duro, leñoso, con fuertes
espinas y con superficie blanquecina y recubierta de una fina vellosidad.
Vista con detalle la superficie blanquecina que recubre el
tallo de la planta está formada por tejido epidérmico, sin clorofila y con
todas sus células prolongadas en punzantes pelos.
Con más detalle vemos los innumerables pelos que recubren
toda la superficie de los tallos y cuya misión sería atrapar la humedad
ambiental y proteger la planta, entre ellos numerosas aberturas o estomas por
donde se realiza el intercambio de gases.
Detalle de los estomas del tallo por donde entran los gases y
nutrientes.
Detalle de los pelos puntiagudos y de gruesas paredes que
recubren la superficie blanquecina del tallo.